Visión para Padres
El Camino: La Iniciativa para Adolescentes y Jóvenes
Adultos provee orientación y recursos para asistir a los padres y tutores para guiar a sus niños desde el
bautismo hasta la fe adulta y el compromiso con su
vocación.
Esta es una visión para padres, no un
currículo para las parroquias y escuelas católicas. El
Camino se dirige principalmente a los padres porque
ellos son los más importantes hacedores de discípulos en la vida de sus niños.

Educadores, sacerdotes, personal de la parroquia, ministerios para jóvenes, catequistas, y otros proveerán apoyo esencial para padres para la formación de los jóvenes.
Los recursos de esa iniciativa proveerán objetivos de formación claros basados en las etapas del discipulado y las etapas del desarrollo (mostradas en el mapa en las páginas 8-9). Nosotros desarrollaremos recursos para guiar a los padres en cómo ayudar a sus niños a crecer en la fe y como discípulos en diferentes etapas del viaje.
Hemos ilustrado esto como un mapa del sendero para un peregrinaje extendido que dura desde la infancia a hasta que son jóvenes adultos y establece la fundación para una vida de creencia y prácticas. Como el peregrinaje, tiene momentos para el retiro y la reflexión, el compañerismo, la formación, y quizás unos pocos momentos de esfuerzos adicionales. En último lugar, está dirigido a ayudar a las familias y a los jóvenes a descubrir la dirección de sus vidas como católicos.
Reconocer el Paisaje Cambiante de la Formación en la Fe

Estamos desafiando a la Iglesia entera a fomentar mejor el discipulado a través de las etapas del desarrollo espiritual de nuestros niños.
Mientras los esfuerzos de la formación de nuestra fe comunican efectivamente el contenido de la fe, los cambios en la cultura presentan nuevos retos.
Algunas aproximaciones a la formación no son tan efectivas como alguna vez lo fueron. El objetivo es vincular lo que sigue siendo efectivo con este enfoque renovado.
Esto creará una visión clara, metódica, consistente, hacia un objetivo sencillo, formar discípulos intencionales de Jesucristo.
Comprender la Influencia de los Padres
Esta iniciativa está, primero y principalmente, dirigida a los padres.
El último trabajo del Sociólogo e investigador Christian Smith, Handing Down The Faith: Como los Padres Pasan Su Religión a la Próxima Generación, informa profundamente la metodología de esta iniciativa. Su trabajo para comprender la vida religiosa de los adolescentes y jóvenes adultos estadounidenses comenzó en el 2005 con el Estudio Nacional de Juventud y Religión (NSYR, por sus siglas en inglés).

Handing
Down the Faith
christian smith - p.69
Toda la investigación en los Estados Unidos hoy en día muestra claramente que los padres son, sin lugar a duda, el factor más importante para influenciar la religión de sus hijos, no solamente como jóvenes sino también después que dejan el hogar. No son el clero, las escuelas religiosas, los ministerios para jóvenes, el vecindario, la escuela Dominical, los viajes de misión, los proyectos de servicio, los campamentos de verano o los medios. Son los padres.

Por los próximos 18 años, el estudio de Smith, continuo con el grupo de investigación original este, reveló los factores clave para formar la fe que permanece. ¿Su conclusión? Los padres son el factor decisivo.
El hecho de que los padres mantienen tanta influencia en las vidas de los adolescentes americanos sorprendió a Smith en el 2005. Supuso que Hollywood, los magos del mercadeo de Madison Avenue, o aún sus compañeros podrían tener más influencia. Usted debe estar pensando lo mismo.

Handing
Down the Faith
CHRISTIAN SMITH - P.69
Los padres definen para sus hijos el papel que la fe y la práctica religiosa deben desempeñar en la vida, ya sea importante o no, lo que la mayoría de los niños adoptan de forma aproximada. Los padres establecen un “techo de cristal” de compromiso religioso que sus hijos rara vez superan. La inversión y participación religiosa de los padres es en casi todos los casos la condición necesaria e incluso a veces suficiente para la inversión y participación religiosa de los niños.

Sin embargo, la investigación de Smith argumenta que eso no es verdad, y que después de seguir con la investigación por 18 años, se confirmaron sus conclusiones originales. Ustedes son la fuente primaria de guía para sus hijos para las decisiones más difíciles de la vida.
Eso no quiere decir que las parroquias, escuelas católicas, y la predica solida del clero son irrelevantes y ya no hacen falta. Mas bien, señalan que los padres deberían tener recursos esenciales y compañeros íntimos de la formación en la fe a la parroquia y las escuelas católicas.
Una verdadera sociedad entre los padres y la parroquia/escuelas católicas es aún
más crucial hoy. Es por eso por lo que esta iniciativa está dirigida a los padres ya que una participación más
intencional de la familia será integral a la formación de la fe en esta nueva visión.
Adaptación a una Cultura Cambiante

En Handing Down the Faith, Smith expone varias de las mejores prácticas para estilos de crianza que
llevan a los niños a practicar la fe diez años después de salir del hogar.
Notablemente encontró que los padres que tienen altos estándares y que demandan lo mejor de sus niños, pero son también altamente comunicativos y cálidos son los que obtienen los mejores resultados.
Sin embargo, las mayores asociaciones de niños que continúan la práctica religiosa en la vida adulta vienen de “padres que hablaban regularmente con sus niños acerca de asuntos religiosos como parte de la vida ordinaria” (Smith, página 54).
La Familia como el Centro de Identidad y los Valores de Formación
Esto se remonta a los cambios culturales mencionados anteriormente. En el pasado, la religión jugaba un papel central en nuestras comunidades.
- Los pueblos y vecindarios muy unidos y con fuertes raíces católicas a menudo giraban en torno a fiestas litúrgicas, celebraciones de los santos patronos y festivales.
- Estos eventos dieron forma a nuestra vida comunitaria, con la parroquia en el centro de todo.
- Nuestros comportamientos eran guiados por los valores cristianos, tomando como base la revelación, las enseñanzas recibidas, y la interpretación experta. Entonces la comunidad reforzaba estos valores.

Sin embargo, las cosas han cambiado en las décadas recientes.
- La religión ha evolucionado más bien a un accesorio personal, que ayuda a los individuos a lidiar con los desafíos de la vida y a tomar decisiones informadas en lugar de imponer un conjunto fijo de creencias.
- Este cambio puede ser atribuido al crecimiento del escepticismo hacia las autoridades e instituciones, como resultado de numerosos escándalos y a la percepción de deshonestidad.
- Para muchos, aceptar las enseñanzas religiosas depende de lo que se siente útil y correcto, no por la revelación y tradición.
- Las creencias personales son más subjetivas y autorreflexivas (volveremos a eso más tarde).

Ese es el panorama cultural hoy en dia.
Necesitamos manejar este hecho directamente sirviendo a las necesidades individuales y llevando a los fieles a una comunidad fructífera.
Para utilizar una frase común, necesitamos conocer a las personas en el lugar en el que están actualmente y conducirlas a la plena expresión y experiencia de la fe y la vida comunitaria.
No es suficiente suponer que los niños permanecerán siendo católicos en su vida adulta porque vienen
de una familia católica, fueron a una escuela católica, fueron confirmados, etc. Esas razones no los mantienen católicos en la mayoría de los casos.
Obviamente, este estado mental cultural subjetivo hace difícil la formación en la fe. Sin embargo, es algo que
podemos construir. En este panorama cultural cambiante, la familia tiene un papel crucial en la identidad y formación de valores.
Es la unidad comunitaria capaz de una interacción e influencia auténticas y confiables. Esto es algo por lo que la Iglesia siempre ha abogado. Allí la tendencia cultural hacia la autorreflexión puede convertirse en nuestra aliada.
La Educación en la fe impartida por los padres debería comenzar en los primeros años del niño...La catequesis de la familia antecede, acompaña y enriquece otras formas de instrucción en la fe
Catechism of the
Catholic Church
Paragraph 2226
En forma parecida a un examen de conciencia, podemos reflexionar sobre nuestros pensamientos, acciones e identidades en relación con influencias culturales para comprender las influencias negativas por lo que son y rechazarlas.
Esa habilidad nos permite examinar críticamente lo que queremos de la vida y tomar decisiones informadas en lugar de dejarnos llevar por las más amplias fuerzas sociales.
Es por eso por lo que los padres que dialogan regularmente la fe con sus niños establecen unas bases religiosas fuertes.
Enseñar a los niños a reflexionar por sí mismos críticamente en la cultura a la luz de las auténticas enseñanzas católicas los equipa para navegar la cultura por sí mismos.
Aprenden a encontrar respuestas mucho antes de dejar la casa en base a conceptos razonables y seguros para vivir sabia e intencionalmente. Esta agenda personal es crítica en el mundo posmoderno actual.

Ultimadamente, la formación en la fe es un viaje personal. Mientras los padres pueden ofrecer guía y apoyo, los individuos deben decidir por sí mismos y tomar propiedad de su fe.
Este proceso es similar a soltar el pedal de freno en un vehículo; eso solo lo puede hacer el conductor. De la misma manera, los individuos deben escoger seguir su camino de fe voluntariamente.
Cuidando la Fe a través del Dialogo

¿Dónde comenzar? Primero, presentado una doctrina católica sólida.
Entonces, con el dialogo, los niños aprenden a ver la
razón y la lógica detrás de las verdaderas enseñanzas católicas.
Queremos permitir las preguntas difíciles y las dudas que aparezcan en este momento en el que podemos abordarlo, no más tarde cuando ya no tengamos influencia.
Es cierto, puede asustarnos cuando un niño expresa dudas o preguntas. Puede que sea más fácil ser duro y decir: lo tienes que creer porque es así. A veces eso puede funcionar.
Aunque las investigaciónes nos muestra que otros enfoques funcionan mejor en el largo plazo.
Más que simplemente demandar consentimiento, los padres y otros formadores pueden ver la expresión de duda como una oportunidad. Cuestionar, aun dudar, es una parte natural en el proceso de aprendizaje de los niños. Las creencias que se han probado y escogido son más significativas. Ultimadamente, esto los abre para aceptar a Dios y poner a Jesús en el centro de sus vidas, lo que es el verdadero objetivo.
Notablemente, esos mismos principios son utilizados en la evangelización y en los ministerios de discipulado misionero para adultos con gran éxito. En esencia, este enfoque provee las herramientas necesarias para navegar las complejidades que nos presentan la sociedad y la cultura.
Reconoce que el verdadero crecimiento y transformación vienen desde adentro, y el papel de la educación es facilitar ese proceso más que imponerlo. El ejercicio de la libertad es esencial para el ser humano, y debe ser
respetado.
La salvación es una invitación que puede ser aceptada o rechazada, y cada uno debe escoger sin presiones. Esas decisiones tienden a perdurar.
Dios invita a todos los jóvenes a una relación de fe inicial a través de las etapas del discipulado. Es un peregrinaje desde la infancia a la adolescencia, y hasta que llegamos a ser adultos que lleva a transformarnos en discípulos intencionales de Cristo con una misión.
