La Sagrada Familia: Icono del amor familiar
Comiencen diciendo la Oración a la Sagrada Familia que se encuentra en la página 2. A continuación vean el video aquí abajo. Después del video, continuen con la sección 2 en la guia del retiro.
El arte y las preguntas de la Reflexión sobre las Escrituras se proporcionan a continuación en un formato más grande que el PDF impreso para aumentar la participación de su hijo(s).
Las Escrituras con preguntas de reflexión
Lean detenidamente y mediten este pasaje observando esta pintura para ayudarse a entrar en este misterio.
Lucas 2:21-40
Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, nombre que había indicado el ángel antes de que su madre quedara embarazada.
Asimismo, cuando llegó el día en que, de acuerdo a la Ley de Moisés, debían cumplir el rito de la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, tal como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. También ofrecieron el sacrificio que ordena la Ley del Señor: una pareja de tórtolas o dos pichones.
Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Mesías del Señor. El Espíritu también lo llevó al Templo en aquel momento. Como los padres traían al niño Jesús para cumplir con él lo que mandaba la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras: “Ahora, Señor, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz como le has dicho. Porque mis ojos han visto a tu salvador, que has preparado y ofreces a todos los pueblos, luz que se revelará a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel.”
Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Mira, este niño traerá a la gente de Israel ya sea caída o resurrección. Será una señal impugnada en cuanto se manifieste, mientras a ti misma una espada te atravesará el alma. Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres.”
Había también una profetisa muy anciana, llamada Ana, hija de Fanuel de la tribu de Aser. No había conocido a otro hombre que a su primer marido, muerto después de siete años de matrimonio. Permaneció viuda, y tenía ya ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo día y noche al Señor con ayunos y oraciones. Llegó en aquel momento y también comenzó a alabar a Dios hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. Una vez que cumplieron todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se desarrollaba lleno de sabiduría, y la gracia de Dios permanecía con él.
Preguntas para la discución
- Vean el cuadro de la Presentación en el Templo, ¿qué detalles notan? ¿Cómo ayudan los detalles a contar la historia de este suceso?
- ¿Qué quiere decir Simeón cuando profetiza a María que su hijo “traerá ya sea la caída o el levantamiento de muchos”?
- ¿Hay alguna manera en que Jesús, especialmente sus enseñanzas, hayan sido una piedra de tropiezo para ti? ¿Cómo has respondido a las dificultades en tu fe?